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domingo, 1 de abril de 2018

Luchando con la diabetes Tipo 2 (capítulo 10)

Bueno amig@s os preguntabais que me habría olvidado de vosotros ,pues no es así y siguiendo nuestros artículos dedicados a nuestra pelea con la diabetes Tipo 2 traemos esta entrada la nº 10 para que os vayáis poniendo un poco al día, se hace difícil encontrar artículos que se basen en la ciencia y que se salgan de los consejos dados de la medicina moderna que a los únicos que benefician es a las industrias de Alimentación y Farmacéutica, pero sin más pasamos a la redacción de este capitulo 10 cargado de noticias interesantes.

(Capitulo 10)
15/2/2018
Estos son algunos nombres de los ingredientes que utiliza la industria en los productos elaborados industrialmente. Si tienes resistencia a la insulina, prediabetes, diabetes, sobre talla u obesidad, evítalos a toda costa. Si el nombre del ingrediente termina en-osa o si es un syrup (jarabe), entonces es azúcar. Fíjate en los componentes de los productos que dicen «sin azúcar» o «sin azúcar añadida». No quiere decir que le hayan añadido azúcar de mesa, pero eso no significa que no tenga otros tipos de azúcares. La siguiente es una lista de azúcares que, una vez consumidos, suben el azúcar en tu sangre, segregas insulina y el exceso, por efecto del glicerol, se almacena como grasa corporal, ¿recuerdas?
Triglicéridos = 3 ácidos grasos + 1 glicerol
Jarabe de maíz de alta fructosa /high fructose corn syrup
Azúcar /sugar( azúcar de mesa)
Azúcar rubia /yellow sugar
Azúcar blanca /white sugar (azúcar de mesa)
Azúcar de ágave /agave sugar
Azúcar de algarrobo /carob syrup
Azúcar de caña /cane sugar
Azúcar de caña deshidratada /dehydrated cane juice
Azúcar de dátil /date sugar
Azúcar granulada /granulated sugar
Azúcar invertida /invert sugar
Azúcar morena /brown sugar
Azúcar de uva /grape sugar
Azúcar turbinada /turbinado sugar
Caramelo /caramel Concentrado de uva /grape concéntrate
 Dextrosa /dextrose Fructosa /fructose( azúcar de la fruta)
Glucosa /glucose Jarabe de caña /cane syrup
Jarabe de cebada/ barley syrup
Jarabe de maíz /corn syrup
Jugo de caña/ cane juice
Jugo de fruta /fruit juice
 Jugo de fruta concentrado /fruit juice concéntrate
 Jugo de manzana /apple juice
Lactosa /Lactose (azúcar de la leche)
 Malta / malt
Malta de cebada /barley malt
Maltodextrina /maltodextrine
Maltosa /maltose
Melaza /molases
Miel /honey
Miel de arroz /rice syrup
Miel de malta /malt syrup
Miel de maple /maple syrup
Miel refinada /refiner’s syrup
Sacarosa /saccharose (azúcar de mesa)
Sólidos de glucosa /glucose solids
Sólidos de jarabe de maíz /corn syrup solids
 Sucralosa /sucralose (sustituto del azúcar)
Tagatosa /tagatose
Recuerda la industria de productos elaborados no está preocupada de nuestra salud, sino que está más  preocupada de nuestro bolsillo, de vender y ganar dinero, y tiene ingenieros en alimentos cuyo único fin es entender cómo funciona nuestro cuerpo, cómo degustamos, cómo se generan antojos, qué hacen los distintos ingredientes en nuestro cerebro, entre otras cosas, para desarrollar productos irresistibles a los que nos hagamos adictos.
Alguien sabría decirme que es lo que se conoce por ¿bliss point? Se podría traducir como el «punto de la felicidad» y consiste en formular los productos con abundante cantidad de azúcar, sal y/ o grasa para que tengan la máxima palatabilidad, es decir, que te encanten, no puedas parar de comerlos y quieras repetir. Te doy un ejemplo: supongamos que tomas un café con dos cucharadas de azúcar. Si le pones solo una, lo vas a encontrar insípido; si le pones tres, lo vas a encontrar demasiado dulce, y si le pones dos, lo vas a encontrar perfecto. Ese sería el light para tu café. Y gracias a Moskowitz (fue el que definió el Bliss Point haya por los años  70), las bebidas gaseosas, por ejemplo, pueden tener en un litro el equivalente en azúcar a más de 24 cucharadas de café, como ya comentamos  anteriormente.
Todos estaremos de acuerdo que tomar una bebida azucarada con 24 cucharadas sería casi imposible de tomar, por eso aquí es cuando la SAL cumple un papel importante. Así pues si algo está dulce le agregas sal y baja su dulzor.
Nos encontramos entonces ante una ecuación a resolver ¿Cuánta sal he de añadir a la bebida azucarada demasiado dulce, para encontrar el Bliss point? Eso lo resolvió la industria alimenticia, se buscaba que el azúcar, mandara unas señales al cerebro animándole a consumir más, las hormonas que se liberan, como la dopamina, que es la misma que se libera con el consumo de drogas duras como la cocaína y la heroína.
Mientras más potente sea la estimulación que recibe tu cerebro con este tipo de productos llenos de azúcar, más vas a  querer comerlos o tomarlos, y, al igual que con las drogas, terminas atrapado.

Se genera igualmente otro problema, que cuanto más azúcar tomas más azúcar vas a querer.
Pero quiero llamar la atención  sobre las bebidas light que utilizan algunos de los azúcares de la lista anterior (lo puedes ver en los ingredientes), y el problema de estas bebidas es que ese sucedáneo del azúcar llega a tu cerebro y te hace querer azúcar de verdad… Las bebidas light o sin azúcar te producen más deseos de comer o tomar cosas con azúcar. Por eso, es mejor evitarlas.

¿Por qué seguir una dieta baja en carbohidratos?

El carbohidrato es el nutriente que tiene el mayor efecto en términos de elevar los niveles de azúcar en la sangre y requiere que el cuerpo tome o produzca la mayor cantidad de insulina.
Bajar los niveles de azúcar es claramente un beneficio para las personas con diabetes. La menor necesidad de insulina también es particularmente útil, ya que la disminución de la insulina en el cuerpo puede reducir la resistencia a la insulina, lo que puede ayudar a revertir la diabetes tipo 2.
La insulina es también la hormona de almacenamiento de grasa en el cuerpo, por lo que reducir la insulina en el cuerpo con una dieta baja en carbohidratos puede ayudar a perder peso.

Beneficios de las dietas bajas en carbohidratos

Los beneficios de una dieta baja en carbohidratos generalmente incluyen:
  • Bajar HbA1c
  • Pérdida de peso mejorada
  • Menos posibilidades de que ocurran altos niveles de azúcar
  • Menor riesgo de hypos severos
  • Más energía durante el día
  • Menos antojos de alimentos azucarados y aperitivos
  • Pensamiento más claro
  • Menor riesgo de desarrollar complicaciones de salud a largo plazo
Bueno amigos diréis ¿Qué charla que nos ha metido el colega?, ah sí habíamos entrado en el capítulo 10 y con esta marcha que me ha dado ni me he enterado, perdonad amig@s.
Hemos saltado varios días en que las medidas eran más o menos iguales , tirando más bien a altas , debido a la vacuna de la gripe que ya os comenté que me está costando volver a coger los niveles que tenía antes de ponérmela, os diré que me causo inflamación y tenía los tobillos muy hinchados, en la zona de las pantorrillas hacia los tobillos en ambas piernas , me salieron unas erupciones de puntos rojos, como los que salen cuando comes algo en mal estado, todo esto aunque el médico diga que no es producido por la vacuna de la gripe, menos mal que tras casi dos meses he conseguido bajar estas inflamaciones, que no son nada buenas.
Hoy es día 15 de febrero de 2018 medimos la glucosa a las 8 horas 144, como ya es habitual tomamos en ayunas nuestro vaso de agua con limón exprimido y nuestra cucharadita de magnesio, al poco rato tomamos un suplemento vitamínico (2 capsulas).Tomamos un jugo verde a base de apio, repollo, cebolla tierna y 1 manzana (tomamos 1 vaso de este jugo)
Jugo verde con apio,repollo,cebolla tierna y manzana
Tomamos 1 tapón de jugo de Aloe Vera, para control de la tensión arterial tomamos 2 capsulas de aceite de ajo+ espino blanco + aceite de hojas de olivo como vimos en fotografía del capítulo anterior.
Para controlar la glucosa como ya expliqué tomamos una capsula de Berberina con extracto de uvas de Oregón.
Transcurrido como un cuarto a media hora desayunamos: Tortita de espelta untada con queso blanco a las finas hierbas y por encima cortamos unas rodajas de Morcilla Ibérica achorizada de Carchelejo.
En la mañana andamos ¾ de hora.
Antes de comer tomamos la glucosa 138 , comprobado que tras el ejercicio no se pueden tomar medidas de glucosa ya que el mismo hígado genera carbohidratos, a partir del glucógeno subiendo la glucosa, es mejor dejar pasar al menos 4 horas para medir la glucosa si no queremos llevarnos sorpresas.
Comemos: 1 bote de espárragos blancos largos con mayonesa, y 15 aceitunas de Campo Real  con unos altramuces en vinagre, Infusión de café.
A media tarde no tomamos nada esperamos a la medida de glucosa de antes de cenar 130, recordar que seguimos sin tomar ningún fármaco venenoso y que no pinchamos insulina por tanto no contamos carbohidratos.
Cenamos Combinado de Champiñón con pimiento rojo y jamón serrano, infusión de té chai con leche de almendras.
Antes de acostarnos tomamos los suplementos y un jugo verde a base de apio, repollo y cebolla tierna con 1 manzana.
Tomamos 1 capsula de Berberina,2 cucharadas de Jugo de Aloe Vera, 1 capsula de Gynnema plus y hasta mañana.
16/02/2018
Medimos la glucosa en la mañana 121 , OH YEAR, estupendo hacía años , que no se veía esta medida en la mañana , ya que estamos buscando como combatir el fenómeno del Alba que nos tiene amargaditos en la mañana las otras medidas más o menos las llevamos.
Como cada día tomamos en ayunas nuestro vaso de agua con limón exprimido, y una cucharadita de carbonato de magnesio.
Tomamos los suplementos del día, capsula de Berberina, tapón de aloe vera, tomamos 2 capsulas de aceite de ajo+ espino blanco + aceite de hojas de olivo. Desayunamos 1 tortita de Espelta untada con queso blanco a las finas hierbas, y por encima echamos unas rodajas de Kiwi.
A media mañana tomamos 1 mandarina y una infusión de té verde con poleo- menta. A las 13 horas salimos a andar 40 minutos.
Medimos la glucosa antes de la comida 108, una medida muy buena, parece que hemos encontrado otra vez la senda que nos arrebató el constipado que tuvimos, a ver si sigue así.
Tomamos los suplementos: capsula de Berberina, tapón de aloe vera, tomamos 2 capsulas de aceite de ajo+ espino blanco + aceite de hojas de olivo.
Comemos 2 chuletas finas de aguja de cerdo, acompañadas de ensalada Gourmet con 1 tomate partido y revuelto, infusión de café con Stevia.
A media tarde tomamos 1 mandarina y una infusión de té verde con Poleo-menta.
Tomamos glucosa antes de cenar 140, no sé qué ha podido pasar, quizás nos excedimos con la ensalada o la mandarina que nos subió, ya que son carbohidratos que aunque suben más lentamente la glucosa que los refinados también la suben. Cenamos 1 tortilla francesa con jamón, una gelatina y infusión de té chai con leche de almendras. Vamos a ver cómo nos sale la glucosa en la mañana, complementamos con 1 capsula de Berberina, tapón de aloe vera, tomamos 2 capsulas de aceite de ajo+ espino blanco + aceite de hojas de olivo
17/02/2018
Medimos la glucosa en la mañana 127, a pesar de la toma de carbohidratos varios, parece que el fenómeno del alba ha vuelto a portarse, esto ya casi me parece no creíble, con las medidas tan altas que me daban en la mañana.
Ya podéis ir apreciando que no necesariamente hay que usar fármacos como dicen los recetologos, ya veis que controlando esto se puede llevar sin venenos, y sin engordar con la insulina.
Como cada día tomamos en ayunas nuestro vaso de agua con limón exprimido, y una cucharadita de carbonato de magnesio.
Para antes de desayunar tomamos los complementos, capsula de Berberina, tapón de aloe vera, tomamos 2 capsulas de aceite de ajo+ espino blanco + aceite de hojas de olivo.
Cada 3 o 4 días tomamos 2 capsulas de suplementos vitamínicos en ayunas con 13 vitaminas y 6 minerales esenciales.
Tomamos igualmente una capsula de Garcinia-cambogia + café verde que nos va a ayudar a perder peso.

En ayunas Igualmente tomamos un un jugo verde a base de apio, repollo, cebolla tierna y 1 manzana (tomamos 1 vaso de este jugo).
Desayunamos: 1 tortita de espelta untada con queso blanco a las finas hiervas, 1 rodaja por encima de Jamón de Pavo, una infusión de té chai con leche de almendras.
A las 13 horas salimos a andar 30 minutos y a recoger a la parienta a su trabajo.
Tomamos la glucosa antes de comer 120 estamos en rango por debajo de los 130.
Comemos un potaje de alubias blancas con chorizo y jamón serrano Kale con puerros y huevo duro.(Un plato de cuchara exquisito).
Antes de comer suplementamos con 2 capsulas de alcachofa, 1 tapón de jugo de aloe Vera, 1 capsula de Berberina y 1 capsula de Gynnema Plus.
Tomamos glucosa antes de la cena 116, seguimos en racha
Suplementamos con 2 capsulas de alcachofa, 1 tapón de jugo de aloe Vera, 1 capsula de Berberina y 1 capsula de Gynnema Plus.
Cenamos 2 tomates cortados en rajas, por encima unas Anchoas en aceite y queso de burgos tierno, infusión de té verde con leche de almendras y hasta mañana.
18/02/2018
Tomamos la glucosa en la mañana 137, parecía que esto iba bien pero ya veo que el fenómeno hace de las suyas o ¿quizás es provocado por alguna ingesta? Habrá que estudiar que ingestas que creemos que no nos suben el azúcar.
Desayunamos: 1 tortita de espelta untada con queso blanco a las finas hiervas, por encima echamos 2 cucharadas de fresa dietética sin azúcar, una infusión de té chai con leche de almendras.
Para antes de desayunar tomamos los complementos, capsula de Berberina, tapón de aloe vera, tomamos 2 capsulas de aceite de ajo+ espino blanco + aceite de hojas de olivo.
Ejercitamos  30 minutos de bicicleta spinning
Antes de comer suplementamos, capsula de Berberina, tapón de aloe vera, tomamos 2 capsulas de aceite de ajo+ espino blanco + aceite de hojas de olivo.
Comemos un potaje de alubias blancas con chorizo y jamón serrano Kale con puerros y huevo duro.(Un plato de cuchara exquisito)igual que ayer ya que hicimos bastante.
Sobre las 19 horas tomamos un té verde con poleo-menta y una manzana Golden.
Salimos a andar 35 minutos,
Tomamos la glucosa 123, sigue en racha aunque un poco alto para mi gusto.
Antes de la cena suplementamos, capsula de Berberina, tapón de aloe vera, tomamos 2 capsulas de aceite de ajo+ espino blanco + aceite de hojas de olivo.
Hoy cenamos Rabas empanadas, de seguro que nos subirá la glucosa no falla los empanados son bombas, acompañamos con ensalada Iceberg solo la hoja, hasta mañana que seguro hay sorpresa.
19/02/2018
Tomamos glucosa en la mañana 140, no falla, está claro que justo lo que recomiendan los aprendices de nutrición es lo que no debemos tomar si queremos que nuestra condición vaya a mejor.
Como cada día tomamos en ayunas nuestro vaso de agua con limón exprimido, y una cucharadita de carbonato de magnesio.
Hoy tomamos una infusión para la tensión a base de hojas de olivo, Vid Roja y Espino blanco que preparamos en casa.
Tomamos suplementos como todos los días .Desayunamos  2 Tortitas de espelta, untada de queso blanco a las finas hiervas y por encima unas rodajitas de Morcilla achorizada ibérica de Carchalejo.
Ejercitamos  30 minutos de bicicleta spinning
Antes de comer suplementamos, capsula de Berberina, tapón de aloe vera, tomamos 2 capsulas de Alcachofa,1 capsula de Garcinia-Cambogia con café verde.
Medimos antes de la comida 161, mirar lo que hace tomar 2 tortitas de espelta en vez de una, cada día estoy más convencido que nos engañan con los carbohidratos, alguien tiene interés en cronificarnos. Está claro yo te recomiendo que tomes entre el 50 a 60 % de carbohidratos, buscando una mentirijilla que si son necesarios para la energía y tal y tal y luego el daño que causan elevando la glucosa te recomiendo que te pinches insulina, para ello te tengo contando carbohidratos y unidades de insulina todos los días, tú cada vez enfermas más y yo lleno la caja, que listos estos de las farmacéuticas, yo ya voy entendiendo el  cotarro.
Comemos un potaje de alubias blancas con chorizo y jamón serrano Kale con puerros y huevo duro.(Un plato de cuchara exquisito)igual que ayer ya que hicimos bastante.
En la tarde no hacemos ejercicio ninguno ni nada de nada.
Antes de cenar tomamos la glucosa 129, Cenamos brócoli cocido con alcachofas en aceite y vinagre de manzana, con 2 filetillos de lomo fresco. Tomamos los suplementos, y a dormir.
20/02/2018
Puedes normalizar tu azúcar sanguínea de manera natural: sin tomar pastillas, contar calorías ni pasar hambre. Muchísimas personas ya lo han hecho. Además, tener la glucemia a niveles normales generalmente te hace estar más sano y delgado.
¿Pensabas que la dieta baja en carbohidratos para diabéticos era una invención nueva? No lo es. Los efectos positivos de esta alimentación se conocen desde hace mucho tiempo.
En el pasado, antes del miedo a la grasa y de las medicinas modernas para bajar la glucemia, los consejos alimentarios eran diferentes a los de hoy. En aquel entonces lo único disponible para ayudar a los diabéticos era una alimentación adecuada.
Aquí puedes ver las imágenes de un libro de cocina para diabéticos del año 1917. Es posible leerlo entero de forma gratuita en la web. A continuación te mostramos una imagen de las páginas 12-13, donde hay un resumen de qué deben y qué no deben comer los diabéticos.
Empecemos por lo que los diabéticos no debían comer hace cien años. El libro es de 1917

El título de la página es “Alimentos estrictamente prohibidos”. Empieza con azúcar y “Alimentos farináceos y almidonados”, es decir, harinas y almidones. Después hay algunos ejemplos:
  • Pan
  • Galletas
  • Arroz
  • Pasta
  • Bebidas azucaradas
  • etc.
Estos alimentos estrictamente prohibidos ahora forman parte de la dieta recomendada para la diabetes según el plato ideal para diabéticos en Suecia y son los que ocupan más espacio en los platos de los diabéticos, a pesar de que hay cada vez más diabéticos que necesitan más fármacos y enferman más. ¡Qué coincidencia!
Son los mismos consejos que recibían los diabéticos hace cien años. Incluso en Suecia, con la dieta Petrén, que recomendaba una alimentación alta en grasa que incluía cortes grasosos de carne de cerdo, mantequilla y repollo. Cuando los diabéticos empiezan a comer de esta forma, pasa lo mismo que pasaba antes: sus niveles de azúcar sanguínea bajan enormemente desde el primer día. Esto tiene sentido, ya que dejan de comer los alimentos que elevan la glucosa sanguínea.
Saber más aquí
Nunca nos cansaremos de decir que un paciente diagnosticado de diabetes puede hacer mucho por su salud… tanto como llegar a revertir la enfermedad. Es una afirmación tan rotunda que cuesta creerla, pero del mismo modo que se ha conducido al cuerpo a la diabetes, se le puede ayudar a salir de ella. Por algo es una de esas enfermedades ligadas íntimamente al estilo de vida.(¿recordáis la habitación con una sola entrada y a su vez sirve de salida?).
Tratar de controlar las calorías es absurdo e ineficiente
El erróneo pensamiento CICO dice que para controlar nuestro peso/grasa corporal tenemos que controlar nuestra ingesta calórica y nuestro gasto energético, por ejemplo igualándolos si queremos mantener nuestro peso.
El problema es que ni los más habidos, expertos en nutrición  y motivados individuos pueden ser capaces de acertar con  su ingesta calórica (no solo la ingerida, partiendo de dudosas  etiquetas nutricionales, sino la absorbida) o su gasto energético (no solo el del ejercicio físico, sino el de procesos metabólicos y digestivos silenciosos, en constante fluctuación y de eficiencia variable), y hacerlo con suficiente precisión y exactitud para mantener ningún tipo de dato en tiempo real del balance energético. “Cuanto te quiero perrito pero lléname el cepillo” Decían algunos párrocos de Barrio.
Tanto la ingesta calórica y el gasto energético están “acoplados”: si ingieres menos alimentos el cuerpo pone en marcha mecanismos para reducir el gasto energético, y al contrario, y esto es ley de vida donde un novel incluso experto nutricionista, no puede  proceder ni cambiar nada de esto, por mucho que se empeñe.
Y no sólo eso, decir que un desbalance energético es la causa de la obesidad es falso:
Decir que estos individuos pierden peso porque gastan más calorías de las que consumen es como decir que los estudiantes que llegan tarde a clase lo hacen porque ese día pincharon todos los autobuses de la ciudad, cosa que es poco probable.
Las causas “comer más” y “moverse menos”, señaladas como culpables de engordar, podrían ser en realidad una consecuencia de engordar.
Entonces cabría preguntarse , si comer más y moverse menos no es la causa, sino una consecuencia, ¿cuál es la causa de engordar?
Los científicos hoy en día tras largo estudios, señalan a los posibles culpables: los carbohidratos de rápida absorción y la insulina.
Las continuas elevaciones de insulina producidas por estos alimentos causan bajadas de azúcar en sangre igual de marcadas. Se produce ansiedad por comer (para reponer los reducidos niveles de combustible), en concreto apetencia por algo dulce.
A largo plazo, el consumo de carbohidratos de rápida absorción puede promover la resistencia a la leptina. Esa resistencia puede suceder por medio de caminos inflamatorios mediados por la microbiota, o a través de otros cambios metabólicos (e.g. elevación crónica de la insulina). En cualquier caso, con la acción de la leptina prácticamente neutralizada, el resultado de un alto consumo de azúcares y almidones es un impulso neurohormonal hacia “comer más” y “moverse menos”.
Los nutricionistas de hoy en día que basan sus conocimientos sobre dietas en el aumento o reducción de calorías, atribuyen mayor densidad a las grasas demonizándolas y por tanto según ellos  los alimentos ricos en grasa son los principales perjudicados de la visión centrada en las calorías, mientras que otros alimentos como los zumos de fruta, llenos de azúcares,(auténticos venenos) son considerados saludables por los propulsores de estas teorías.
En este momento abundan las pruebas en contra de los alimentos bajos en grasa (y por tanto bajos en calorías), como las patatas, el arroz o las bebidas azucaradas, en el desarrollo y la persistencia de la obesidad y el riesgo de enfermedades asociadas. Por el contrario, se acumulan pruebas que exoneran los alimentos ricos en grasa, como las nueces, el aceite de pescado, el aceite de oliva e incluso los productos con grasa saturada, como los lácteos enteros.
El problema para la salud pública es que seguir centrándonos en contar calorías puede llevarnos por el camino equivocado al estudiar la obesidad y las enfermedades relacionadas, así como promover mensajes destructivos.
Bueno amigos estoy que me embalo, pero se me hace tan interesante ir conociendo y además poderlo exponer, con el deseo mayoritario de poderos ayudar en vuestro camino hacia un control de la diabetes sin medicamentos venenosos.
 En la mañana del día 20/2/2018 sobre las 9 horas tomamos la glucosa 128, estaremos ganándole la batalla a el famoso fenómeno del Alba, ya os dije que era una de mis prioridades.
Tomamos nuestro ya habitual en ayunas de nuestro vaso de agua con limón con cucharita de carbonato de magnesio.
A posteriori tomamos los suplementos: 1 capsula de Berberina, 1 capsula de Carcinia con café verde, 2 capsulas de aceites de ajo, con espino blanco y con hojas de olivo, Tomamos un jugo verde a base de apio, repollo, cebolla tierna y 1 manzana (tomamos 1 vaso de este jugo)
Desayunamos: 1 tortita de Espelta untada con queso blanco a las finas hiervas y mermelada de fresa diet, infusión de té chai con leche de almendras.
Ejercitamos 30 minutos de bicicleta spinning.
Un cuarto de hora antes de comer, tomamos la glucosa 112, tomamos complementos: 1 capsula de Berberina, 1 capsula de Carcinia con café verde, 2 capsulas de alcachofa.
Comemos Brócoli con alcachofas, infusión de té negro con leche de almendras.
A media tarde tomamos un té verde con chía y semillas de lino. Antes de cenar tomamos glucosa 117.
Cenamos 2 tomates naturales hechos rajas con anchoas por encima y unas nueces aparte. Tomamos los complementos que venimos tomando y a dormir que mañana es otro día.
Veamos  a continuación dos días en la  vida de cualquiera de nosotros, uno en el que tu alimentación y estilo de vida ayudan a mantener tus hormonas equilibradas, y otro en el que consigues lo contrario, a pesar de ingerir las mismas calorías.
 Ejemplo 1: Tú y tus hormonas en un buen día
7h: La elevación natural de cortisol (parte del ritmo circadiano) hace que te despiertes por ti mismo, antes de que suene el despertador. El ayuno nocturno ha hecho que la hormona leptina esté baja, lo que te hace sentir un poco de hambre, que te incentiva a preparar el desayuno.
 7.30h: Cocinas 3 huevos revueltos, con queso cheddar y una mezcla de vegetales troceados (champiñones, cebolla y pimiento), terminando con 4 fresas. Si bien no te sientes somnoliento, te encanta el café, así que acompañas el desayuno con un buen café y una pizca de leche entera. Es un desayuno bajo en carbohidrato, que por tanto aumenta muy ligeramente tu nivel de azúcar en sangre. Esto produce la liberación de una cantidad pequeña de insulina, encargada de llevar los nutrientes a su destino.
A medida que ocurre este proceso, va disminuyendo poco a poco el nivel de glucosa en sangre, lo que en algún momento hace que tu páncreas segregue la hormona glucagón, notificando a tu cuerpo que libere algo de la energía almacenada para mantener un nivel apropiado de glucosa en sangre. Este equilibrio hormonal te permite mantener un nivel constante de azúcar en tu flujo sanguíneo, evitando los picos y caídas repentinas de glucosa (y por tanto de tu sensación de energía) durante el día, típicos de una dieta muy alta en carbohidratos.
11h: Si bien no te sientes especialmente hambriento, tomas a modo de snack unas nueces que trajiste de casa.
14h: Te comes una ensalada grande de pollo, con lechuga, espinaca, cebolla, tomate, un poco de queso y una cucharada de aceite de oliva. La respuesta hormonal a esta comida es muy similar a la del desayuno. Una elevación ligera y gradual de la glucosa en sangre, liberación continua de pequeñas cantidades de insulina, bajada lenta y paulatina de la glucosa durante las siguientes horas, y aumento ligero, después de unas horas, de glucagón para mantener un nivel constante de glucosa en sangre.
17h: El descenso lento de glucosa en sangre produce una bajada de la leptina (“hormona de la saciedad”); esto te hace recordar que trajiste también de casa un trozo de chocolate negro (85% de cacao), que en realidad comes más por placer que por hambre.
20h: Llegas a casa tras un duro día en la oficina. No te encuentras especialmente cansado, pero sí con un sano apetito. Te preparas un buen filete acompañado de brócoli, espinacas y champiñones. De postre unos arándanos. Para olvidar los problemas de la oficina te permites una copita de vino tinto. Tras la cena, un poco de conversación con tu pareja y te sientas a leer un libro, con la televisión apagada.
23h: La melatonina ha estado aumentando gradualmente desde que terminaste de cenar, a la vez que disminuía el cortisol que se mantuvo alto durante el día por el estrés del trabajo. A esta hora, sientes ya un profundo sueño. Te acuestas y en menos de 5 minutos estás dormido. ¿Es este tu día típico? Para la mayoría de las personas, el siguiente ejemplo es más representativo.
Bien ahora veamos un ejemplo contrario al anterior:
Ejemplo 2: Tú y tus hormonas en un mal día
7.30h: Suena el despertador, aprietas “Snooze”. Tu estilo de vida hace que la hormona cortisol, que tiene como uno de sus múltiples objetivos ayudar a despertarte, esté baja por la mañana, y te cuesta horrores salir de la cama.
7.35h: Suena el despertador de nuevo, con gran esfuerzo te levantas, medio dormido, y te diriges a la cocina a por el primer café del día. Te tomas también taza y media de cereales, con leche desnatada, 1 cucharada de azúcar, y un jugo de naranja (mal desayuno, toda una bomba de glucosa).
 8h: El alto contenido de carbohidrato de rápida absorción de tu desayuno genera un pico de azúcar en sangre, que junto con la cafeína te da un empuje inicial de energía, y sales con cierto ánimo a batallar el tráfico camino a la oficina. El problema es que el “subidón” de azúcar generado por el desayuno, libera una alta cantidad de insulina, que de manera rápida elimina la glucosa de tu flujo sanguíneo, empujándola hacia tu hígado y músculos, que seguramente tenían ya suficiente glucógeno, por lo que buena parte de esa glucosa se acaba almacenando en forma de grasa. Esta bajada rápida de azúcar en sangre hace que a media mañana
 (11h) sientas de nuevo las punzadas del hambre y cierta debilidad, que atacas con una barrita de granola y una galleta de chocolate de la máquina (el paquete tenía dos pero te controlas).
14h:  Por fin la hora de la comida, qué larga se te ha hecho la mañana!. La granola y la galleta han generado de nuevo un aumento importante en tu nivel de azúcar en sangre, y la liberación rápida de insulina y posterior colapso de la glucosa te tenía hambriento de nuevo. A pesar del hambre, mantienes tu “dieta”, tomas un sándwich de pollo a la plancha, con pan integral, lechuga, mayonesa light y un plátano de postre. Te cuesta dejar tu hábito de la Coca-Cola, pero te has decidido a tomar sólo una al día, por supuesto light.
17h: Se repite la película. A media tarde te ataca el hambre otra vez. Te comes una manzana y la galletita de la máquina que te sobró de la mañana, acompañada de otro café. La cafeína te ayuda a combatir el cansancio producido en buena parte por los altibajos de glucosa en tu organismo.
20h: Llegas cansado y hambriento a casa. Te tienta enormemente la opción de descongelar una pizza, pero resistes, y te preparas un filete con un poco de brócoli y algo de pasta para acompañar. Te limitas a un trozo de pan, integral. De postre, la mitad de un flan bajo en calorías (hay que controlar las porciones). Como recompensa por haber cocinado, y para relajarte tras un duro día en la oficina, te tomas una cerveza con la cena.
23h: A pesar de la cena, sientes la necesidad de comer algo antes de irte a la cama (de nuevo el pico y caída brusca de glucosa). Buscas en la nevera, y te decides por un yogur sin grasa, que desaparece en pocos minutos mientras ves la televisión antes de acostarte.
23.30h: Te acuestas aunque no tienes mucho sueño. El nivel alto de cortisol (por los altibajos de energía, la televisión nocturna etc.),  y de glucosa en sangre por la pasta y el pan que comiste en la cena, interfieren con la melatonina, por lo que tardas casi una hora en conciliar el sueño, dando vueltas en la cama, hasta que suena el despertador de nuevo. Oh!! Para intentar transmitir la idea, he utilizado una dieta que muchos nutricionistas considerarían “relativamente buena”, con productos muchas veces etiquetados como saludables (y que no lo son), como cereales o productos light. Obviamente el resultado sería mucho peor si nos vamos a una dieta más extrema (aunque quizá más frecuente) con altas cantidades de pizzas, patatas fritas, postres altos en azúcar, comida basura, etc. pero hubiera sido demasiado fácil usar este ejemplo.
Estos apuntes son recogidos del libro “Mentiras Que Engordan” del autor: Vázquez, Marcos
 Si analizáramos los dos ejemplos anteriores y considerando unas proporciones generosas en ambos casos, las calorías consumidas son similares, 2.200-2.400.
Sin embargo, la composición de ambas dietas es muy diferente, y por tanto también lo es la respuesta hormonal, como he intentado explicar:
 Ejemplo 1 (aprox): 25% Proteínas, 25% Carbohidratos, 46% Grasa, 4% Alcohol.
Ejemplo 2 (aprox): 20% Proteínas, 56% Carbohidratos, 20% Grasa, 4% Alcohol. Asumiendo un nivel de actividad física similar, los que opinan que una caloría es una caloría dirán que en ambos casos se ganará o perderá la misma grasa, independientemente de los macronutrientes.
Los que opinan que lo importante son los porcentajes de macronutrientes pensarán que en el primer caso es difícil ganar grasa, mientras que en el segundo es casi inevitable. La ciencia está más del lado de los segundos, pero independientemente de las calorías, lo cierto es que:
1.-En el primer caso no tienes que luchar contra el hambre y te sientes con más energía durante el día, lo que probablemente también te anime a hacer más actividad física (la leptina también juega un papel en esto).
2.-En el segundo caso, el hambre es una constante, la “necesidad” de comer es mucho mayor, y los altibajos de energía harán que incorporar deporte en tu vida sea otro sacrificio más, algo que realmente no te apetece.
Incluso asumiendo que lo único que cuentan son las calorías (que no es cierto), ¿quién crees que logrará mantener su peso y su salud a largo plazo?
 Por terminar, e intentado reconciliar ambas visiones, mi conclusión es que sí, las calorías importan. Pero si te alimentas con comida real, a la que nuestro cuerpo se ha adaptado durante millones de años, podrás autorregular más fácilmente tu ingesta y gasto de energía, a través de las hormonas involucradas, y no tendrás que contar calorías para mantener tu peso fácilmente.
Si comes comida “procesada” (alta en cereales, pastas, azúcares etc.), tu cuerpo no sabe muy bien cómo responder. Entran calorías pero no suficientes nutrientes, y el “termostato” que regula tu ciclo hambre-saciedad se descompensa. Con esta dieta, la única forma de perder o mantener tu peso es contar calorías (ya que no te puedes fiar de lo que te dice tu cuerpo) y seguramente pasar hambre.
Este es el mecanismo que recomiendan por desgracia muchos nutricionistas: “come de todo (según la terrible pirámide alimentaria estándar) pero controla las porciones…”. El problema es que luchar contra el hambre de manera constante es una batalla perdida.
Estos apuntes son recogidos del libro “Mentiras Que Engordan” del autor: Vázquez, Marcos
Mirar amig@s esto que dicen aquí que seguro os suena es justo lo que no hay que comer para mantener a raya la diabetes.
Un nutricionista puede ayudarlo a diseñar un plan de comidas específico para usted. Este plan debe tener en cuenta su peso, medicinas que esté tomando, estilo de vida y otros problemas de salud que usted pueda tener.
Una alimentación saludable para un diabético incluye
·         Limitar alimentos con altos contenidos de azúcar Ѵ
·         Comer porciones pequeñas a lo largo del día X
·         Prestar atención a cuándo y cuánta cantidad de carbohidratos consume X
·         Consumir una gran variedad de alimentos integrales, frutas y vegetales X
·         Comer menos grasas X
·         Limitar el consumo del alcohol Ѵ
·         Usar menos sal Ѵ
Totalmente basado en la alimentación que nos ha hecho y sigue haciendo daño durante 70 años.
Antes del descubrimiento de la insulina, uno de los tratamientos dietéticos más comunes de la diabetes mellitus era una dieta alta en grasas y baja en carbohidratos. Una revisión de los historiales de Frederick M. Allen muestra que una dieta con un 70% de grasa y un 8% de carbohidratos podría eliminar la glucosuria entre los pacientes hospitalizados. Es necesario reconsiderar el papel de la dieta alta en grasas y baja en carbohidratos para el tratamiento de la diabetes mellitus. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16489278
Hoy gracias a dios todavía se llevan estudios sobre lo comentado de bajar los carbohidratos Ver estudio , Estudio , Estudio

Bueno amig@s hasta aquí nuestro capitulo nº 10 no os perdáis el próximo, un saludo.


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